fotocopias

sábado, 6 septiembre 2008. Entro con Juan Pardo Vidal en una iglesia. La misa ha empezado. Nos sentamos en un banco lateral para no molestar demasiado, con la espalda pegada a la pared. En vez de pasar el cesto para las limosnas, nos pasan un bebé. Juan me dice que lo entretenga para que no llore. Juan se levanta y se acerca al cura, que está en mitad de la homilía, y le pide que le haga unas fotocopias. El cura abre una máquina de fotocopias que hay junto al altar y le pregunta cuántas quiere. Juan vuelve, dejamos al niño en una silla de bebé que hay a la puerta de la iglesia y caminamos muy deprisa por la calle. Se ha hecho de noche.