suflé y bofetada

lunes, 22 septiembre 2008. Juan me enseña su última escultura. Es una especie de lenguado marrón con ramas secas que le salen del lomo. La toco y empieza a subir como un suflé. Después se desinfla y se convierte en un puñado de arena.
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Cena familiar en una casa en obras. La casa está en una colina aislada y rodeada de escombros. Entre los escombros encuentro un secador de pie, de peluquería muy antiguo. Una niña corre hacia él con una piedra y lo rompe. Le doy una bofetada y le digo que es todo lo que debe saber sobre "Instrucciones para conservar los recuerdos". Vuelvo a la casa en obras, todos cenan. Yo subo al dormitorio de Darío. Han pintado todas las paredes y todos los muebles de lila. Me horroriza ese color. Veo mi armario de cuando era niña al fondo, me abrazo a él y grito: ¡Éste no se pinta!