museo

lunes, 29 junio 2009. No sé si se trata de un juego o una prueba a vida o muerte, sólo sé que debo encontrar un museo friki en un barrio de una ciudad que no conozco. También sé que si no lo consigo en media hora algo horrible va a pasarme. Un policía de paisano me ayuda a dar con la casa. Entramos al museo, hay muñecos tipo kinder sucios, rotos o ardiendo dentro de vitrinas. Aun así resulta hermoso. El policía está de espaldas, me acerco y le beso el hombro a través de la camisa de flores. Tienes que empezar a valerte por ti misma, me dice.