terremoto

martes, 3 abril 2012. Estoy recostada en un sofá mirando cómo Alberto cena. El sofá comienza a moverse de lado a lado exageradamente. Un terremoto, le digo. Él me mira, sonríe y sigue cenando. ¿Crees que deberíamos salir a la calle?, le pregunto. Si quieres, dice. Pero no nos movemos, seguimos tal y como estamos.