demasiado rosa

lunes, 24 septiembre 2013. Voy en bus. Una chica le pega a la conductora con el bolso, se ríen. Supongo que son amigas. El bus se convierte en una pescadería donde venden bloques de gambas congeladas y barras de labios. La chica del bolso quiere que me pruebe alguna. Demasiado rosa para mí, le digo. La conductora me ofrece gambas. Le digo que llevaré un kilo porque esa noche vienen los amigos a ver el fútbol.