atajo

miércoles, 23 marzo 2016. Alberto dice que llegamos tarde al cine. Veo una puerta enorme de madera. Tomaremos un atajo, le digo. De la puerta sale un tobogán muy tosco hecho con mitades de tubos de plástico muy mal ensamblados. Pienso que será muy difícil deslizarse. El tobogán termina en un portal de una casa vieja y está lleno de gente. Para bajar, nos cobran y nos piden la ropa. Como había previsto, cuesta mucho bajar, lo hacemos a trompicones. Una vez abajo, pregunto por mi ropa, pero nadie sabe nada. me dan una bolsa de plástico. Me enfado muchísimo, protesto, los amenazo con denunciarlos. Nadie me hace ningún caso.