rugosidad verde

viernes, 3 junio 2016. Recibo una poema manuscrito de Jota, que leo con un lápiz rojo en las manos. Le señalo una tilde que falta y una palabra que me sobra. Por otra parte, Chivite está tumbado en la cama turca que había en el dormitorio de una de mis tías en la casa de mi abuela. No comprendo qué hace allí ni cómo estamos en esa casa que tiraron hace años. Quiero seguir corrigiendo el texto de Jota, pero por otra parte quiero preguntarle a Chivite cómo que está allí y, sobre todo, si va a quedarse mucho tiempo. Al final me decido por pasar el rato tocando la rugosidad de la colcha verde, que hace tanto tiempo no tocaba.