congelados

miércoles, 11 enero 2017. Al entrar en un supermercado me doy cuenta de que llevo una bolsa con compra de otro supermercado. Le digo a una chica que me cierre la bolsa para poder entrar si que al salir me la revisen. No quiere hacerlo y me manda a otra chica que está en los congelados. Al llegar a los congelados, la bolsa que llevaba se ha convertido en un paquete cuadrado del tamaño de un ladrillo. La chica de los congelados me pregunta si tiene que congelarme algo. No sé qué decir. No le respondo y sigo mi camino con el paquete cerrado en la mano. Mientras camino por los pasillos del supermercado, noto que el paquete está cada vez más frío. Se convierte en un bloque de hielo. Me despierto con un dolor enorme de manos.