sirenas

viernes, 25 agosto 2017. Un tipo muy amable, al que se supone conozco, me regala un pañuelo con espejitos, un llavero de unas Martens de flores y un libro en forma de cubo que al abrirlo cobra vida. Algunas palabras están troqueladas y, al entrar la luz, se leen fórmulas matemáticas. Si lo levanto se proyecta en el techo una película de dibujos animados en blanco y negro. Me quedo tan arrebatada con el regalo que se ha hecho de noche. Veo a Salud. Camina desorientada, la agarro del brazo y le digo que mejor cojamos un taxi, que no puede conducir así. Tengo miedo, dice. En las calles hay una verbena. A lo lejos se oyen sirenas de ambulancia o bomberos. (Están pasando de verdad por la calle y me despiertan).