lunes, 25 diciembre 2018. Hay gente arremolinada delante de un escaparate. Pregunto qué pasa. Están firmando ejemplares, dice alguien. No veo nada con tanta gente. Oigo decir que Inglada, Cumpián y Ferran han muerto. Me siento en una silla de guardería que acaba de aparecer a mi lado. Me siento desolada. Llega Alejandro. No sé cómo darle la noticia.